EmPODERar a las niñas antes, durante y después de las crisis el reto del #DíadelaNiña2018
Este año, el Día Internacional de la Niña, que se celebra el 11 de octubre, reivindica invertir en la capacitación de habilidades y la formación para niñas que serán líderes capaces de reconstruir sus comunidades y crear un mejor futuro para todas y todos nosotros.
Este año, desde ONU Mujeres han centrado la atención, del Día Internacional de la Niña, en el tema “EmPODERar a las niñas: antes, durante y después de las crisis”. La razón es muy sencilla: se espera que durante el 2018, más de 128 millones de personas necesiten asistencia humanitaria como consecuencia de amenazas a la seguridad, el cambio climático y la pobreza. Tres cuartas partes de estas personas son mujeres, niñas y niños, y de este grupo, las mujeres y las niñas son las más vulnerables.
En situaciones de pobreza, las mujeres y las niñas desplazadas son más vulnerables de sufrir violencia sexual y de género, y de ver sus medios de vida perjudicados. En casos de desastres las niñas son las que dejan de acudir a la escuela, y a menudo se ven forzadas a casarse para garantizar su “seguridad”.
Desde ONU Mujeres, se trabaja para garantizar que las niñas que atraviesan crisis tengan opciones positivas que les permitan crecer y desarrollar habilidades sociales y económicas. Junto con organizaciones locales de mujeres, se apoya a mujeres y a niñas refugiadas mediante una iniciativa insignia mundial sobre el liderazgo, el empoderamiento, el acceso y la protección de las mujeres en la respuesta ante crisis, que impulsa la participación cívica y el liderazgo promoviendo la participación política y social de las mujeres en los planos local, nacional e internacional.
Este tipo de programas persigue convertir las situaciones de desplazamiento en oportunidades para el empoderamiento de las niñas y las mujeres jóvenes, alejarlas de situaciones potencialmente violentas, y servir de vía hacia la seguridad económica para que no se vean forzadas a casarse con hombres más mayores que les procuren bienestar físico y económico.
En el Día Internacional de la Niña se pretende un compromiso de invertir en la capacitación de habilidades y la formación para niñas, así como en actividades para que las mujeres jóvenes aprendan a ganarse la vida, un compromiso que debe incluir a las niñas y las mujeres jóvenes de todo el mundo que se enfrentan a crisis. Lejos de ser simplemente receptoras pasivas de la asistencia, estas niñas son líderes que utilizarán las habilidades que desarrollen hoy para reconstruir sus comunidades y crear un mejor futuro para todas y todos nosotros.